Centro Independiente de Informacion Nacional

martes, 28 de abril de 2009

LOS FRUTOS DEL PERIPLO 7 Y 8

Los frutos del periplo /7

Antes de retirarnos de Hermosillo, nos enteramos de que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje determinó dar por concluidas las relaciones laborales individual y colectiva de los mil 200 trabajadores de la empresa Mexicana de Cananea. También supimos que el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, afirmó que el fallo sobre la rescisión del contrato laboral de los mil 200 trabajadores de Cananea, Sonora, es una decisión apegada a derecho que busca resolver y no agravar el conflicto minero. Ante ello, la empresa ya se dispone a liquidar a los trabajadores y a llamar a la fuerza pública para desalojarlos de la mina. Así de fácil.

Esto sólo puede suceder en un país como el nuestro, donde el presidente es un usurpador, donde las instituciones, casi sin excepción, han dejado de servir al pueblo, donde la riqueza que se produce va a parar a unas cuantas manos y donde, ante los inminentes estallidos sociales de respuesta lógica a esta situación, se prepara a toda prisa un Estado represivo, militarizado, policíaco, fascista, totalitario y con todo el apoyo del vecino imperialista. Por eso reiteramos que estamos en el camino correcto: hacia la IX Asamblea Nacional del Frente Nacional Contra la Represión.

Regreso al DF en un avión patrocinado por mi compa el Diablo. Participo en una reunión de la Asamblea Permanente del FNCR y en muchas otras actividades (de solidaridad con Cuba y los Cinco, en la marcha del CGH por los diez años de la huelga, en un evento en la Casa del Lago por Gloria y Jacobo, en las entrevistas con funcionarios, acompañando a Salvador Gaytán, y a César del Pardo, etc.) y me concentro en mi principal misión de este período: la IX del FNCR.

Hay que corretear por lo del autobús. Hay que llamar a Hermosillo por lo del auditorio. Y hay que confirmar a los compas que se apuntaron para ir y presentar testimonios, sobre todo de la frontera norte de México. Para todo ello hay que salir hacia el centro de la gigantesca (tengo prohibido llamarle monstruosa) Ciudad de México; y viajar en pesero, metro, metrobús, taxi, y en “dodge patas” (así dice la raza de Chicali). Para regresar molido, por la noche, y dormir a pierna suelta. Los ejercicios matutinos casi no los hice, en estos días, por las prisas de salir a las citas y por no haberme vitaminado debidamente. Me faltan fuerzas.

Las angustias, estreses, nerviosismos y taquicardias se esfuman con la salida exitosa del autobús y su docena y media de pasajeros y pasajeras. Vienen de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, DF y otros lugares. Ahí empezamos a conocernos, algunos que vienen por primera vez.

A las 9 de la noche del jueves 23 de abril de 2009, Gabriel nos provoca un sabroso relajamiento cuando arranca el motor y empieza a sortear el tráfico intenso de las calles, ejes viales, dobles pisos y autopistas que nos conducen a Hermosillo.

Afortunadamente Gabriel va acompañado de otro colega y se turnan en el manejo del mejor autobús con que cuenta el CEN del PRD. Yo había dicho que haríamos 32 horas de camino, en el mejor de los casos. Fueron 25, o sea que me mataron mis predicciones, pero me hicieron vivir sabroso la noche del 24. Porque ya estamos instalados en habitaciones, una con cama, las otras tres no. Dos con baño, las otras dos no. Otros en un hotelucho, el más barato de la ciudad; pero ya dormido ni cuenta te das de su modestia.

Y nuestros anfitriones, el maestro y líder David Guadalupe y sus hijos, jóvenes universitarios, conscientes y combativos, como su padre, haciendo hasta lo imposible por cumplir con el apoyo logístico, de la mejor manera. Sabremos agradecérselos.

Los frutos del periplo /8

Desde muy temprano empieza la actividad de los delegados a la IX. Nuestros anfitriones nos ofrecen un desayuno de primera (ni en Sanborns saben tan ricos estos huevos revueltos con jamón y frijoles y tortillas y café), a todos los que nos damos cita enfrente de las habitaciones que nos proporcionaron. En plena calle.

De ahí nos trasladamos al edificio de la Sociedad Sonorense de Historia en varios carros. Es una casona antigua muy bien acondicionada, con equipales a la entrada y una exposición de cuadros para aprender la historia antigua y reciente de Sonora. Nos recibe el presidente de la SSH con extremadas muestras de amabilidad y cortesía. Y nos abre el auditorio, también muy elegante.

Mientras se instala la mesa de registro y las mesas de los tianguistas que nos acompañan y venden CDs, DVDs, libros, fotos, carteles, camisetas con imágenes del Che, Frida, Zapata, y trajes típicos de Chiapas, etc. Otros nos vamos al Internet que está a la vuelta de la SSH, para bajar e imprimir los últimos saludos y ponencias que han llegado para ser leídas en la primera parte de la sesión de la IX.

La adicción cibernética nos hace ocuparnos una hora en ver los más disímiles mensajes, pero, finalmente, logramos desprendernos de ahí con 10 hojas de saludos, testimonios y ponencias. También llegaron dos rechazos a nuestros comunicados, pues hay quienes no quieren saber nada de partidos y se sienten ofendidos (César Christian Estévez) y ofendidas (Círculo Autónomo Feminista) porque las últimas reuniones de la asamblea permanente del FNCR y la salida del autobús ha sido del edificio del CEN del PRD. Eso a pesar de que en cada mensaje agregábamos la respectiva “Nota: El lugar no implica compromiso o posición alguna por parte del FNCR, respecto a esa institución política, la cual únicamente facilita ese espacio.”

Bueno, ya estamos vacunados contra esos desplantes. Una gran parte de nuestra izquierda, con su incurable sectarismo, dogmatismo y anarquismo, se está hundiendo y asfixiando con su propia y particular influenza.

Y los que quedamos, pocos, pero de calidad y muy representativos, instalamos la IX Asamblea Nacional del FNCR, a las 11 de la mañana. Ocupan el presídium algunos representantes de los estados de Chiapas, Valle de México, Baja California y los locales, de Hermosillo y Ciudad Obregón. A mi me corresponde dejarlos instalados y paso a la base, pues aún no me alcanza la enfermedad senil del protagonismo, afortunadamente.

Estaba muy atento al curso de los trabajos cuando llega un paisano más a la asamblea: José Lino Meza, ahora de Tijuana (antes de Mexicali). Por saludarlo y escucharlo, no me di cuenta de que me estaban nombrando para conformar una comisión que fuera a reiterar la invitación a los representantes sindicales, reunidos en las oficinas del STAUS. Entregué a la mesa las diez hojas que había impreso y salí, con la maestra Cruz, Fermín y Mónica Soto.

Llegamos con los sindicalistas y Mónica intentó convencerlos de que nos atendieran. Desconsolada nos dijo que sería imposible. Se me hizo raro y tomé la iniciativa. Me dirigí personalmente al moderador, Javier Valenzuela (hace 38 años fue miembro de las Fuerzas Armadas de la Nueva Revolución), ahora representante del sindicato de telefonistas. Le dije que me permitiera, en un minuto, reiterarles la invitación que les hice hace exactamente dos semanas. Respondió afirmativamente, pero que me esperara, hasta que concluyera su intervención el representante de la CTM: Enrique Carrera Vega (hace 25 años dirigente estatal del PSUM, igual que yo). Así que nos tocó escuchar un diseño amplio y detallado de la marcha de 20 mil o más, trabajadores “independientes”, el 1 de mayo.

Cuando Carrera terminó, Valenzuela anunció que me permitiría ocupar un minuto para reiterarles la invitación a la IX. ¡Pero que no se pase de un minuto!, subrayó Carrera.

Cumplí con la misión, primero presentando a la Maestra Cruz, representante de Chiapas, y a Fermín, de la Asamblea Permanente; y después, dirigiéndome a “todas las personas y organizaciones comprometidas con la defensa de los derechos humanos y en contra de la represión”, tal como dice la Convocatoria, por si alguien quería participar a título personal. Me pasé unos segundos del minuto acordado, pero Carrera no la hizo de tos ni los demás. El ambiente se sentía hostil. El que se dice representante ahí del FNCR, “a nivel estatal”, no dijo ni pío. Así que nos retiramos de esa sesión, dominada evidentemente por la CTM (o lo que es lo mismo, el PRI).

Cuando regresamos a la IX, ya se habían leído algunos saludos y habían participado varios oradores con sus testimonios y denuncias. Había entusiasmo. Las ventas, en el pasillo, estaban bajas, pero se compensaba con el alto nivel de las participaciones, adentro del auditorio.

Llegó la hora del receso y nos anunciaron que la comida sería allá mismo, donde están las habitaciones que nos facilitaron. Así que salimos en caravana, pero a la altura del hotel Kino notamos movimientos raros de los carros que iban enfrente. Primero pensamos que había chocado alguien. Pero luego nos dimos cuenta de que habían detenido a César del Pardo. Lo habían interceptado varios carros de AFIs y lo habían sometido, para subirlo a uno de sus vehículos. Algunos compañeros se fueron a buscarlo en los ministerios públicos y otros nos dispusimos a comer.

En la parte trasera de los cuartos del profesor David Guadalupe, hay un patio bastante amplio y ahí acondicionaron mesas y sillas para disfrutar un ceviche de calamar y otros productos del mar traídos directamente de Guaymas: ¡deliciosos! Tanto que repetí sin abochornarme.

Mientras comíamos recibíamos noticias cada vez más precisas de la situación de nuestro nuevo preso político. Los AFIs no se preocuparon por mostrar la orden de aprehensión. Su acostumbrada prepotencia, cuando se trata de compas de izquierda, se mostró en todas sus dimensiones. Los pequeños hijos de César fueron protegidos por las amigas que lo acompañaban y hasta el auto en que viajaban se llevaron.

Con esa novedad regresamos a la IX. Las y los participantes estábamos súper indignados. Las y los oradores empezaron a hacer historia y muchas de las críticas se centraron en Edgard Sánchez, por su labor de zapa contra la IX. Nos abocamos a resolver tres temas principales: Declaración Política, Plan de Acción y Pronunciamientos. A mi me tocó participar en una comisión con el primer tema. Y ahí, sobre la marcha, fuimos redactando las líneas generales. En algún momento, al final de la asamblea expuse algunas líneas de la historia de la represión en este país, a partir del régimen de Miguel Alemán, y hasta la fecha, recordando lo que escribieron Marx y Engels en el Manifiesto Comunista de 1848, acerca de la esencia del capitalismo y la burguesía. No hay nada de que asombrarse ni para que clamar clemencia a un régimen que solamente vela por sus intereses. Lo mejor es confiarnos en nuestras propias fuerzas y acciones. Así ¡hasta la victoria final!

Se clausuró la Asamblea casi a las 7 pm. Hicimos una coperacha para la fianza de César, pues le salió en más de 12 mil pesos. Pero sólo completamos alrededor de 6 mil. Después nos trasladamos al mismo patio donde comimos, ahora para cenar. Los compas del FADES son unos héroes. Darles de cenar, desayunar, comer y volver cenar, a 30, 40 o más bocas no es fácil. Y sin embargo, lo hicieron muy bien. Y quieren que volvamos el 30 de mayo. Voy a tratar de influir para que cambien la fecha pues ese día hay una concentración de más de cien Alonsos, en Mexicali, por la nueva quinceañera de la familia.

Antes de despedirnos, tomamos acuerdos sobre los documentos de la IX, que tendríamos que circular a la brevedad posible; y otros detalles. Compramos coyotas y anotamos los teléfonos y direcciones electrónicas que nos faltaban. Circularon unas cheves y escuchamos los últimos discursos incendiarios. Esos nunca faltan y nos dejan buen sabor de boca. El día que ya nadie los pronuncie será porque hemos sido derrotados hasta en el derecho a la libertad de expresión. Espero que nunca vea llegar ese día.

Mi compadre nos acompañó a la central de autobuses, a Héctor y a mí. Tuvimos suerte pues ya estaba por salir un cómodo TAP, a Mexicali. Así que para arriba. Y hasta Benjamín Hill, despiertos, repasando las escenas de este día… Y de otros.

Desperté a 30 km de San Luis Río Colorado, Sonora, por un retén militar que no perdona y nos baja a todos y todas, del autobús. En Mexicali, dormí hora y media y salí hacia un concierto de rock. Ya no hay nadie que me expulse del partido por ser rockero de corazón: Hasta Siempre!

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