Centro Independiente de Informacion Nacional

sábado, 27 de noviembre de 2010

Fallece el filósofo y hermano Carlos Lenkersdorf

Lamentamos mucho compartirles la noticia de la muerte del maestro y compañero Carlos Lenkersdorf, afortunadamente dejó un legado de conocimiento muy valioso que podremos pasar de boca en boca y consultar en su obra. 

¡Que viva por siempre Carlos Lenkersdorf!
redmyczapatista
redmyczapatista@gmail.com


Fallece el filósofo Carlos Lenkersdorf
23 Noviembre, 2010

Carlos Lenkersdorf y Enrique Dussel en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, ideólogos anti-euro-céntricos, uno, del pensamiento nosótrico, y, otro, de la liberación absoluta de todas y todos los oprimidos y ofendidos de la historia y del planeta. Imposible encontrar más metafísica y ultra-idealismo en nuestros días.


Lamentamos el sensible fallecimiento del profesor, investigador y filósofo Carlos Lenkersdorf.
Carlos Lenkersdorf nació en 1926 en Alemania pero llega a México hacia 1957. En nuestro país hizo sus estudios en filosofía y se dedicó a la docencia. En 1973, como él mismo lo decía, abandonó las aulas para ir a vivir y aprender de las comunidades indígenas tojolabales de Chiapas. Ahí es testigo de una forma de organización y convivencia social que lo marca de por vida. Carlos Lenkersdorf aprendió la lengua, la cultura y la visión del mundo de los maya-tojolabales, que lo llevan a cuestionar críticamente los cimientos del eurocentrismo así como el racismo imperante en la academia y en la sociedad occidental.
La labor de Carlos fue inmensa, nos legó libros en donde encontramos una forma de filosofar desde una perspectiva no occidental, sino desde una perspectiva más incluyente. La filosofía maya-tojolabal, basada en un principio nosótrico, se presenta como una alternativa a la tradición filosófica de occidente regida por un acérrimo eurocentrismo, que por lo mismo ha fracasado en sus planteamientos al dejar fuera a una diversidad de formas de pensar.
Esta filosofía que nos compartió Carlos hasta el final de su vida, se nos presenta también como una alternativa a un contexto social como el presente, donde los principios y los valores de la sociedad parecen olvidados. Nuestra crisis de organización, de diálogo y de solidaridad del uno con el otro pueden hallar luces en las enseñanzas de un pueblo que nos interpela desde lo más profundo de nuestra cultura.
Hoy nos dolemos con la pérdida de uno de nuestros filósofos más queridos, pero lo recordamos con sus obras, estudiándolo. Compartimos con ustedes este texto que resulta revelador sobre las líneas en que se mueve la filosofía tojolabal, a la que Carlos Lenkersdorf le dedicó la mayor parte de su existencia:
La vida de la palabra hermano en un pueblo donde todos lo son.
"una sociedad de hermanos y hermanas, una sociedad desestatificada en la cual nos encontramos y vivimos como iguales que nos respetamos mutuamente. No se trata de una sociedad utópica sino de hoy en día, contemporánea nuestra aunque, en gran parte, militarizada por un ejército de ocupación, porque a todo parecer el gobierno no tiene confianza en tal sociedad que, además, puede autogobernarse dentro de la nación mexicana. Los tojolabales nos presentan, pues, una realidad muy alejada de lo que se vive en la sociedad dominante, tanto en México como en otros países de Occidente...

Tojolabales
La vida de la palabra hermano
en un pueblo donde todos lo son

Carlos Lenkersdorf

-'ermano. Hermano [Es una de las palabras adoptadas del español.] El término tojolabal correspondiente es moj'aljel, moj'alijel, moj'alejel. A menudo se emplea la forma 'ermano para ambos géneros, aunque esto ocurre menos en tiempos actuales y se dice 'ermana. Al emplear la voz, por lo general, la referencia no suele ser al hermano de sangre sino a personas de la misma comunidad, la misma región, municipio o del mismo compromiso político y cultural.

-El empleo de la palabra 'ermano tiene un significado particular. De la persona que llamamos 'ermano no nos separa ninguna barrera de edad o de posición social. Es decir, es diferente de b'ankil, hermano mayor del hombre, nu', hermano mayor de la mujer, watz, hermana mayor, kijtz'in, hermano o hermana menor, tatjun, anciano, me'jun, anciano, etcétera; y también de loktor, pagre, magre, mayestro, ijenyero, y otros títulos. Dicho de otro modo entre hermanos somos iguales, la hermandad nos empareja, nos hermana. Con esto no se niega la función social que tiene la otra persona a la cual llamamos hermano. Por eso, podemos decir y decimos, por ejemplo, 'ermano 'obispo, hermano obispo, 'ermano loktor, hermano doctor, 'ermano mayestro, hermano maestro. Al dirigirles la palabra decimos, por supuesto, kermano pagre, mi hermano padre. Es decir, se agrega el prefijo de la primera persona. La voz 'ermano, finalmente, tiene otra particularidad, porque excluye el tratamiento de "señor" que corresponde a 'ajwal o 'ajwalal que sí subraya fuertemente la posición y diferencia social. Tojolabales no se llaman entre sí 'ajwal, señor. Porque éste representa al patrón, al explotador, a la persona que no respeta a los tojolabales e indios en general. Dicho de otro modo, los señores o 'ajwalal tienen otro compromiso socio-político y cultural. Por lo tanto, faltan las expresiones correspondientes para los giros, señor presidente, señor director, su Excelencia y tratamientos parecidos. En la sociedad dominante estos giros se consideran expresiones de cortesía y, posiblemente, las "cortes de la nobleza" son la cuna de estos tratamientos. Los tojolabales no tienen estas expresiones por falta de la memoria histórica de las "cortes" y, además, su principios de organización social no aceptan estas diferencias de posiciones sociales que, fácilmente, conducen a acuerdos de cúpula. Por otro lado, sí hablan del senyor gobierno para referirse a la institución del gobierno, representado por individuos y grupos. Este giro, sin embargo no llena de respeto y admiración sino de experimentar que los niveles diferentes del gobierno mexicano no los respeta Gemma van der Haar y Carlos Lenkersdorf 1998: 134-144.

-La exposición hecha nos hace ver una sociedad de hermanos y hermanas, una sociedad desestatificada en la cual nos encontramos y vivimos como iguales que nos respetamos mutuamente. No se trata de una sociedad utópica sino de hoy en día, contemporánea nuestra aunque, en gran parte, militarizada por un ejército de ocupación, porque a todo parecer el gobierno no tiene confianza en tal sociedad que, además, puede autogobernarse dentro de la nación mexicana. Los tojolabales nos presentan, pues, una realidad muy alejada de lo que se vive en la sociedad dominante, tanto en México como en otros países de Occidente. Nos parece justo hacer la comparación para no producir la idea o impresión de que los tojolabales representan una sociedad alejada y su idioma no tiene nada que ver con la sociedad dominante de hoy día. Lengua y realidades sociales coexisten; por lo tanto, si las encasillamos en sí mismas nos podemos dar la apariencia de ser muy científicos y académicos, pero alejados de la responsabilidad que nos toca como investigadores en un contexto plagado por guerras, desprecio de otros, sobre todo de otras razas, religiones y orientaciones políticas. Dicho de otro modo, la sociedad tojolabal de hermanas y hermanos nos interpela que vivimos en una sociedad no sólo lejana de la hermandad sino llena de mucho miedo.

-Por eso, en este contexto tojolabal, una sociedad que vive la hermandad, evocamos otra sociedad que escogió la hermandad o fraternidad como uno de sus lemas junto con la igualdad y la libertad. Nos referimos, por supuesto, a la Revolución Francesa de 1789. Por coincidencia esta revolución se desarrolló simultáneamente con la primera revolución antiesclavista en la historia moderna y que se produjo en Haití en los meros principios del siglo XIX. Los revolucionarios haitianos, negros y todos colonizados, apelaron a los franceses revolucionarios en busca de solidaridad. Pero los mismos revolucionarios franceses respondieron como blancos y colonizadores. Es decir, se rechazó la hermandad con negros y colonizados. Haití se consideró colonia francesa. Así en 1804, Francia envió un armada para subyugar a los revolucionarios haitianos y éstos tuvieron que defender con armas y su vida la libertad contra la esclavitud y reconocer que la hermandad puede ser entre ellos, pero no con los europeos. Tuvieron que hacer esto en un ámbito geográfico de esclavitud en el Caribe, norte y sur América. Laënnec Hurbon, 1987: 75-87.
http://www.jornada.unam.mx/2003/08/25/oja76-tojolabales.html

Poema de un hermano Tojolobal
En el hospital
...
Si llega un hermano
quien es tojolabal; --
andamos  bien perdidos
dentro del hospital.
 
La lengua no entendemos
que los doctores hablan
tampoco nos entienden
ni nuestra enfermedad .
 
Y si no nos entienden
tampoco nos respetan
su corazón les dice
que no sabemos nada.
 
La lengua de nosotros
no quieren aprender
porque ellos no respetan
así como hablamos.
 
Escuchen mis palabras
que son del corazón:
los meros ignorantes
son ellos, es verdad.
 
En este mundo, digo,
iguales son los cuerpos
hermanos somos todos
de una humanidad.
 
Hay blancos y morenos
bambaras, chinos, indios
hermanos somos todos
de una humanidad.
 
Por ello la tarea,
nos toca aprender
la lengua que ellos hablan
que nos respeten ya.
 
También les toca a ellos
el mismo aprender
la lengua que es la nuestra;
hermanos, pues, seremos.

Otro libro:
APRENDER A ESCUCHAR
CARLOS LENKERSDORF
ISBN: 9786074020328990
Páginas: 166
Año: Octubre 2008

Sinopsis
Pensamos que sabemos escuchar, sin embargo, la lengua nos hace excluir este acto casi sin darnos cuenta. Es por ello que cuando expresamos la oración, yo te digo, le decimos al otro lo que se espera de él: que nos escuche y obedezca. No esperamos que nos responda y que iniciemos un diálogo.
Muy diferente se expresan los tojolabales a través de su lengua, el maya-tojolabal, pues dicen en la frase correspondiente, yo dije, tú escuchaste. El objeto se excluye y en su lugar tenemos otro sujeto, el cual escucha. Los tojolabales tienen, desde las primeras palabras, otra concepción de comunicación: la dialógica. Ésta se realiza a lo menos entre dos personas, por tanto, no es monológica, concepto desde el cual hablan los que pretenden saber. Tal vez por eso los tojolabales tienen dos palabras para lengua, una para la que se habla (k'umal), y otra para la que se escucha ('ab'al). En español, en cambio pensamos en el hablar y no en el escuchar cuando nos referimos a la lengua, y tenemos buena razón para hacerlo, porque la lengua hace referencia al órgano localizado en la boca con el cual articulamos el habla.
Nosotros, en cambio, preguntamos junto con los griegos antiguos, ¿por qué tenemos dos orejas y una sola boca?, ¿no es para escuchar mejor, y hablar menos? Somos, pues, muy habladores y pobres escuchadores, por eso aprendemos retórica y mercadotecnia, para saber cómo manipular a los demás. ¿Y dónde queda el escuchar?
El propósito de Aprender a escuchar es ayudarnos a escuchar mejor y a estudiar tanto la ausencia, como el reducido y mal uso que se hace de escuchar. Al hacerlo nos damos cuenta que los políticos no saben escuchar, aunque por el hecho de tener el uso de la palabra, ellos piensan que sí. Nosotros, piensan aquellos, no sabemos escuchar, aunque nos juntemos por miles y porque no somos representantes de la autoridad. Por eso pretenden limpiar las calles de los que no saben, para que los "ciudadanos conozcan la ciudad que es de piedra y no de mujeres, hombres y niños".
El acto de escuchar toca un tema olvidado en la educación de todos los niveles. Tal vez este libro ayude a que se agregue la materia del escuchar a los planes de estudio. Si lo sabemos hacer, aprendemos a la vez a recibir con gratitud lo que recibimos al escuchar a los demás, ya que nos regalan sus palabras por las cuales no solemos dar las gracias, porque no se nos enseñó a hacerlo.

No hay comentarios.: